25 junio 2014

BOLAS DE LANA DE SECADO

En estos tiempos que corren cualquier cosa que permita ahorro energético es bienvenido en nuestros hogares. En esta línea os propongo una actuación que además de aprovechar los restos de lana sobrantes de distintos proyectos, os puede ayudar a reducir el tiempo de secado de nuestras prendas y podéis implicar a vuestros peques en su elaboración. Son las bolas de lana de secado.



A partir de restos de lana 100 % y sin tratamientos antiencogimiento, podemos elaborar unas pelotas de lana que fieltraremos y nos permitirán ahorrar hasta un 50% el tiempo de secado de nuestras prendas. Además estas bolas evitan el uso de suavizantes, puesto que por ellas mismas ya suavizan la ropa. Y si queréis que vuestra ropa tenga un olor agradable, podéis añadirle 1 ó 2 gotas de aceite esencial de lavanda, que transmitirá a las prendas que se sequen con ella.

Las bolas de lana en proceso de secado en máquina secadora aceleran el proceso de secado porque distribuyen el aire al núcleo de secado y adicionalmente separan la ropa para que le llegue mejor el aire caliente. 

Os voy a contar, un par de métodos sencillos para fabricar estas bolas. Por un lado podemos hacer un ovillo con restos de lana que nos han sobrado de proyectos. Estos ovillos, para que queden bien redondos, podemos meterlos dentro de un calcetín viejo y lavarlos a alta temperatura con jabón. Tras este lavado, sacamos las bolas del calcetín, las introducimos en la secadora y las sometemos a un ciclo de secado, para acabar de fieltrar. Este proceso entrelaza las fibras de lana, dando lugar a una bola compacta y algo más pequeña que la inicial, que ya puede ser usada, en un siguiente proceso de secado a máquina. También podemos realizar este proceso manualmente, con agua caliente y jabón, y dándole forma con las manos de bola hasta que notamos que las fibras de la lana se han entrelazado.



Otra técnica consiste en aprovechar restos de jerséis de lana viejos que no son aptos para el uso. Recortamos por ejemplo las mangas de los mismos y los enrollamos dándoles forma de bola. Como en el caso anterior, lavamos las bolas en la lavadora a alta temperatura y tras ello, las sometemos a un proceso de secado a máquina y también quedan listas para su uso.



En estos procesos podemos implicar a los niños, como por ejemplo haciendo los ovillos con los restos de la lana, o bien recortando mangas de jerséis viejos y dándoles forma de bola. En estas experiencias podrán experimentar el tacto de la lana antes y después del fieltrado de sus fibras, y sus distintas texturas.
 

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